Las indigestiones suelen ser típicas cuando viajamos, especialmente si se tratan de lugares fuera de Occidente donde la calidad del agua es diferente, al igual que las medidas de higiene o los procesos culinarios locales. Vómitos, diarrea o malestar en el estómago son algunas de las consecuencias más graves, y si bien no podemos augurar el mal bocado con tanta facilidad, al menos esperamos que, tras leer este artículo, sepas cómo actuar ante una indigestión durante un viaje.
Crónicas desde un baño muy muy lejano
Lo intuyes y, posteriormente, lo sabes. Corres al baño más cercano y eres testigo del espectáculo, sudas, incluso lloras. Sí, lamento decirte que eres víctima de una indigestión y lo peor es que esta puede ser algo diferente a la que puedas sufrir en tu país de origen.
Las razones pueden ser varias, y no todas relacionadas estrictamente con lo que te has llevado a la boca: los desajustes de horario durante un viaje alteran nuestro organismo, confundiendo las rutinas y desequilibrando los ciclos alimenticios. Si, además, has comido en el restaurante menos apropiado la indigestión está asegurada. Como muchos saben, la composición del agua potable varía según el lugar, pudiendo experimentar malos efectos aún tomando un vaso de agua más pura o en una ciudad de tu mismo país. Cuando viajas a otro destino más alejado, los procesos de consumición del agua también son diferentes y la calidad puede ser dudosa, por lo que te aconsejamos de antemano comprar agua embotellada.
Puede que también quieras seguir cuidando tu dieta aún cuando viajas.
El problema llega cuando no puedes llegar a asegurar a ciencia cierta qué platos utilizan agua para cocer verduras o carnes, por lo que lo mejor será consumir aquellos platos que no requieran de cocción y, si el restaurante no es de especial confianza, intentar no comer carne o pescado, alimentos que en algunos países asiáticos pasan por procesos de calidad y tratamiento menos regulado que en Occidente.
Sin embargo, si finalmente has sufrido la indeseable indigestión, lo mejor será expulsar todo cuanto puedas y beber mucha agua embotellada, ya que la deshidratación es el mal más instantáneo de la diarrea o los vómitos. Consume mucha agua, quizás infusiones como la manzanilla para limpiar el estómago y, una vez que creas haberlo echado todo, descansa.
Qué hacer si enfermas en el extranjero
En cuanto puedas, lo mejor será acudir a la farmacia más cercana y comprar suero para mezclar con agua, ideal para una total limpieza de estómago. Si te resulta algo estresante acudir a una farmacia en un lugar desconocido, prepara tu propio suero oral casero mezclando agua (embotellada por supuesto), sal, azúcar, limón y bicarbonato en una misma botella. Consumirás la mezcla durante todo el día.
Finalmente, aunque los antidiarréicos son recomendados, yo aconsejo no tomarlos, pues estos retienen líquidos que engordan la panza y obstruyen el proceso de regeneración que supone la diarrea en el organismo. Si sigues consumiendo suero y cuidando tu alimentación, el proceso puede durar varios días, pero al final de los mismos te habrás curado del modo más natural posible.
¿Sabías estos consejos para cuidar la salud durante un viaje?
Cómo actuar ante una indigestión durante un viaje es algo que no se suele pensar con lucidez cuando te encuentras abrazado al WC del hotel. Sin embargo, tomar las medidas preventivas necesarias restarán posibilidades de una indigestión que, en caso de sufrir, podrás paliar con remedios caseros, mucha agua y grandes dosis de suero. Y, ante todo, no permitas que esto te amargue el viaje, pues a pesar del primer episodio gástrico, la recuperación será instantánea y mucho más llevadera.