Cuando salimos de viaje procuramos planificar cada de talle para asegurar que todo salga bien: el transporte, el hospedaje, la alimentación… todo. Pero suele pasar que olvidemos lo más importante de todo: nuestra salud. Nadie quisiera ver su viaje interrumpido por un malestar estomacal, un súbito ataque de migraña o la infección de una herida mal atendida. Por eso, hoy te hacemos algunas recomendaciones para preparar un pequeño botiquín viajero.
El Dr. Ignacio Ferrando, Director de Programas Médicos de Sanitas, recomienda que antes de preparar tu botiquín viajero te hagas algunas preguntas:
¿Viajas solo o en grupo, y en este caso, cuántas personas lo componen?
¿Viajarán niños o ancianos en el grupo? Estas personas pueden requerir una atención sanitaria especial.
¿Cuál es el destino y la duración del viaje?
¿Qué actividades harás: esquiar, montar en bici, excursiones a pie?
¿A qué distancia te encontrarás de un centro médico o una farmacia?
Responderlas adecuadamente te permitirá crear un pequeño plan de contingencia para atender una emergencia. Ahora que tienes claro el tipo de viaje que realizarás es momento de armar tu botiquín. No debes olvidar que este botiquín es de primeros auxilios, es decir, solo sirve para atender una emergencia mientras recibes la atención adecuada. Si tu viaje es interrumpido por un padecimiento o accidente, busca ayuda médica de inmediato y no esperes a que “se te pase”.
Lo primero a considerar es el contenido de tu botiquín. Para atender pequeñas heridas, lo mínimo que debes llevar contigo es:
- Gasas estériles
- Algodón hidrófilo
- Vendas de fijación elástica, tiritas, esparadrapo
- Tijeras de punta redonda y pinzas
- Agua oxigenada y alcohol 96º
- Toallitas antisépticas
- Guantes de cura estériles
- Antiséptico
- Agua purificada
Lo anterior solo sirve para atender heridas, pero podrían presentarse algunos otros accidentes que requerirán una atención especial, por ejemplo:
Quemaduras solares. En este caso, lo mejor es la prevención, es decir, tomar las medidas necesarias para evitarlas. Para esto, considera cargar en tu botiquín protectores solares e hidratantes de la piel. Los primeros son para aplicarse antes de la exposición al sol; los segundos para después del bronceado.
Dolores y traumatismos leves. Tres medicamentos te ayudarán a mantener a raya los perniciosos efectos de estos males:
Ácido acetilsalicílico o aspirina. La ventaja de este ácido es que posee tres cualidades: es analgésico, es decir, quita el dolor; es antiinflamatorio, o sea, reduce la hinchazón y es antipirético, lo cual quiere decir que combate la fiebre.
Ibuprofeno. Analgésico y antinflamatorio, un poco más potente que el anterior.
Paracetamol. Si eres intolerante al ácido acetilsalicílico, entonces carga paracetamol. Este puede ser usado, además, por mujeres embarazadas.
Contusiones, torceduras de articulaciones y golpes. Aunque regularmente no son graves pueden resultar los más incómodos. Para atenderlos de primera instancia se pueden aplicar antiinflamatorios en gel, spray, pomada o aerosol.
Afecciones cutáneas. Es decir, las que atacan a la piel, tales como picaduras de insectos, irritaciones, quemaduras leves y reacciones alérgicas. Lo mejor para estos casos es el repelente de insectos y para el resto cargar corticoides (preferentemente en pomada) y antihistamínicos.
Trastornos digestivos. Las afecciones más comunes en estos casos son las diarreas y la acidez. Carga en tu botiquín algún antidiarreico y suero oral, pues estos males tienden a deshidratarte. Si tu estómago se irrita con facilidad no olvides los antiácidos.
botiquín viajero
¿Es necesario que te recordemos cargar con tus medicamentos habituales para padecimientos particulares? Quizá no los padezcas tú, pero asegúrate de que tus acompañantes carguen con ellos en caso de padecer diabetes, hipertensión o algún otro tipo de afección personal.
Ahora que ya tienes los elementos mínimos, es hora de empacarlos. No exageres y quieras cargar toda la farmacia contigo, pues esto resultará incómodo y acabarás dejando el botiquín en el cuarto del hotel. Procura que el botiquín no sea demasiado pesado y que no corra el riesgo de mojarse o ser aplastado. Lleva una pequeña mochila contigo donde puedas cargarlo y tenerlo a la mano siempre. Esto te ahorrará incomodidades y te permitirá estar preparado en caso de emergencia.
Por último, es muy importante que todos tus acompañantes y tú mismo, carguen en su cartera una breve ficha médica que indique si padecen alguna enfermedad crónica y cuáles son sus alergias, además de tu tipo de sangre y otros detalles médicos que consideres relevantes como operaciones recientes, presencia de placas o cualquier otro detalle que pueda resultar útil a los médicos que pudieran atenderte.
Sigue estos pasos y te garantizamos que viajarás más seguro y ningún mal te tomará por sorpresa durante tus viajes.
¿Qué tan importante consideras llevar un botiquín viajero?